quarta-feira, 15 de outubro de 2014

El Cristo Redentor

La siete maravillas del mundo moderno
El Cristo Redentor

POR: Oderval Júnior

Historia

Antes de 1921, el mirador en el cerro de Corcovado ya era un importante atractivo turístico en Río de Janeiro. En 1921, año en que se celebraba el Centenario de la Independencia de Brasil se mandó a hacer el Cristo de Corcovado con el escultor francés Paul Landowski, quien lo inauguró el 12 de octubre de 1931.

La estatua mide 38 metros y fue colocada en el mirador antes mencionado que se encuentra a 709 metros sobre el nivel del mar en el Parque Nacional de Tijuca. Es considerada la estatua art decó más grande del mundo.

Para llegar hasta ahí se debe tomar el Trem do Corcovado (Tren al Corcovado) que sale desde la estación ubicada en Rua Cosme Velho. En la entrada encontrarán a muchos taxistas que ofrecerán llevarlos a la cima, pero lo mejor es hacerlo en tren.

El mejor lugar para observar el paisaje es en el último vagón junto a la ventana. Precio por persona: 25 reales.

Cómo llegar al el Cristo

RUTA DEL VIAJE

Primero día:

Por la mañana nos acercamos, a primera hora (abre a las 8), a la estación Cosme Velho, para tomar el Trem del Corcovado que nos lleva a la cima del cerro, y visitar el Cristo Redentor, ya que este es el mejor momento del día para tomar fotos desde la cima.

La visita al Cerro Corcovado es una de las obligatorias en un viaje a Río de Janeiro.
En la cima del Corcovado se levanta la estatua del Cristo Redentor, verdadero símbolo de la ciudad. Sin mencionar que, desde la cima, a 710 metros sobre el nivel del mar, tendrás  una de las más bellas vistas de la ciudad.

En la estación Cosme Velho hay tiendas para comprar recuerdos, un auditorio, y un Espacio Cultural, en el que podemos conocer detalles de la historia tanto del tren, como de la estatua del Cristo.


En el año 2007 fue  seleccionada como una de las 7 Maravillas del Mundo Moderno. La figura del Cristo mide 26 metros, y se apoya sobre un pedestal de 8 metros de altura, dentro del cual hay una capilla, en la que se celebran desde misas hasta casamientos.

Para llegar a la base del Cristo, desde la plataforma de llegada del tren se puede subir mediante escaleras mecánicas y tres elevadores panorámicos, inaugurados en el año 2002. A pie son 220 escalones.

La estatua de Cristo Redentor es visible desde cualquier punto de la ciudad. El nuevo sistema de iluminación, inaugurado en el año 2000, hace que la imagen nocturna sea verdaderamente imponente.
Recomendación: si quieres tomar fotos de la ciudad desde la cima del Corcovado (imaginamos que sí), te aconsejamos que hagas esta visita por la mañana, ya que por la tarde tendrás el sol de frente.
Horario de Cristo Redentor: el Trem do Corcovado funciona todos los días entre las 8:00 y 19:00, con salidas cada 20/30 minutos.

Precio: R$ 45,00 (incluye visita al Cristo Redentor y viaje de regreso). En coche, hasta Paineiras: R$ 5,00 por pasajero + R$ 5,00 por el automóvil (desde allí se debe tomar el tren o subir a pie los 2.5 kilómetros que separan del Cristo). En van de Cooperativa Corcovado Car´s R$ 50,00 (incluye ida y vuelta y entrada al Cristo Redentor).

Dirección: estación Trem do Corcovado: Rua Cosme Velho, 513.
Cómo llegar al Corcovado - Cristo Redentor: Para tomar el Trem do Corcovado: Metro, estación Largo do Machado. Autobuses líneas 122 y 498, parada Iglesia Judas Tadeo.

A media mañana, después de disfrutar la vista, sacar fotos y conocer la capilla interior del Cristo, podemos bajar y acercarnos a la Floresta da Tijuca. Allí visitaremos los sitios más interesantes, como la Cascatinha Taunay, alguna de las grutas, y el Mirante do Excelsior, por ejemplo.


Saliendo de la Floresta nos dirigimos al Jardín Botánico de Río, donde almorzaremos, para luego recorrer los sectores más importantes, como el jardín Pedro Gordilho, donde están los Palos de Brasil, árbol nacional, o el sector de las Palmeras Imperiales. Si te gustan las flores, no dejes de pasar por el orquidario.
Frente al Jardín Botánico se encuentra Lagoa. Podemos alquilar un triciclo para recorrer el parque que rodea la laguna, y luego tomarnos un merecido descanso en alguno de los barcitos allí ubicados, disfrutando una cerveza helada, un poco de música, y la vista de la ciudad al anochecer.


Secundo Día:

Es imposible pensar en visitar Río de Janeiro y no pisar la playa, así que aprovechamos la mañana de un día de sol para recorrer las más conocidas. Comenzamos por Leblón, cruzamos el Jardim de Alah para llegar a Ipanema, nos detenemos unos momentos en el Arpoador, para descansar y disfrutar la vista, y luego continuamos hacia Copacabana. Ahí podemos almorzar y relajarnos en la playa durante algunas horas.


Por la noche, podemos tomar el autobús hasta Lapa, para cenar y disfrutar de la animada vida nocturna de ese barrio.


Tercero Día:

Temprano llegamos hasta Praia Vermelha, para tomar el Bondinho do Pão De Açúcar, que nos llevará a la cima del cerro. La espectacular vista de 360º del Pan de Azúcar nos permitirá tomar excelentes fotografías de la ciudad, las playas y el Corcovado. Recuerda hacer este ascenso sólo si el día está despejado, de lo contrario las nubes no te dejarán ver nada.


Bajando del Pão De Açúcar, y si no hay partido de fútbol, podemos ir en autobús hasta el Maracaná. En la visita guiada podremos subir a la torre de vidrio para ver el campo, conocer el museo y los vestuarios, y recorrer la Calçada da Fama.


Hora de almorzar. No estamos lejos de Santa Teresa, así que podemos llegar hasta allí para comer en alguno de los restaurantes frente a la plaza Largo de Guimarães, comprar recuerdos en las tiendas de artesanías, admirar los edificios históricos del barrio y, si queda tiempo, llegar hasta el mirador del Parque das Ruínas. Otra opción es ir hasta la Escalera Selarón, cerca de los Arcos de Lapa.


Por la Rua Riachuelo pasa el autobús 010, que nos dejará a menos de 100 metros de la Confeitaria Colombo, para conocer este lugar histórico y probar alguna de los deliciosos pasteles que preparan en este lugar.

Por la noche, podemos cenar en algún “boteco”, y comer cualquiera de los platos y postres típicos cariocas.


La Comida en El Rio de Janeiro

La comida es, en Río de Janeiro, un tema aparte, y no poco importante. Su gastronomía es muy rica en sabores, ya que, a las preparaciones típicas de los gauchos, se suma la influencia de las gastronomías portuguesa y africana.

Algunos de los platos típicos cariocas:

Feijoada (el plato nacional): base de frijoles negros, con carne de cerdo salada, rabo de cerdo, carne seca, longaniza calabresa, longaniza portuguesa ahumada, salchichón, col, arvejas, arroz blanco y farofa (harina de mandioca).


Churrasco: la carne asada es uno de los platos tradicionales gauchos, especialmente el corte llamado "picanha". Si bien originalmente se preparaba sólo con carne de res, actualmente se asa todo tipo de carnes. Suele acompañarse con frijoles, arroz, farofa o ensalada.



Platos con pescado y frutos de mar: uno de los más difundidos es la sopa "leão veloso", con trozos de pescado, cabezas de camarones, cebolla, mariscos y langosta.



Muchos postres típicos se basan en el uso de frutas, especialmente coco, dada la variedad y abundancia que hay en Brasil:

Quindim: pastelito de coco rallado, yemas de huevo y azúcar.



Pé de moleque: postre tipo turrón con mandioca, azúcar, leche de coco, huevos, manteca, castañas, canela.



Baba de moça: postre líquido a base de yemas de huevo, leche de coco, azúcar a punto caramelo y canela.



Ambrosía: macedonia de frutas con trozos de melón y coco fresco rallado.



Las bebidas típicas también son deliciosas y únicas:

Caipirinha: sin duda, la más famosa bebida brasilera. Se prepara con cachaça, rodajas o zumo de limón, azúcar y hielo.



Agua de coco y refresco de guaraná: son las bebidas que suelen tomar los cariocas como refresco, tanto en la calle como en las casas.



Zumo de Açaí: bebida refrescante.


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