La siete
maravillas del mundo moderno
El Cristo
Redentor
POR: Oderval Júnior
Historia
Antes
de 1921, el mirador en el cerro de Corcovado ya era un importante atractivo
turístico en Río de Janeiro. En 1921, año en que se celebraba el Centenario de
la Independencia de Brasil se mandó a hacer el Cristo de Corcovado con el
escultor francés Paul Landowski, quien lo inauguró el 12 de octubre de 1931.
La
estatua mide 38 metros y fue colocada en el mirador antes mencionado que se
encuentra a 709 metros sobre el nivel del mar en el Parque Nacional de Tijuca.
Es considerada la estatua art decó más grande del mundo.
Para
llegar hasta ahí se debe tomar el Trem do Corcovado (Tren al Corcovado) que
sale desde la estación ubicada en Rua Cosme Velho. En la entrada encontrarán a
muchos taxistas que ofrecerán llevarlos a la cima, pero lo mejor es hacerlo en
tren.
El
mejor lugar para observar el paisaje es en el último vagón junto a la ventana.
Precio por persona: 25 reales.
Cómo llegar
al el Cristo
RUTA DEL
VIAJE
Primero día:
Por la
mañana nos acercamos, a primera hora (abre a las 8), a la estación Cosme Velho,
para tomar el Trem del Corcovado que nos lleva a la cima del cerro, y visitar
el Cristo Redentor, ya que este es el mejor momento del día para tomar fotos
desde la cima.
La
visita al Cerro Corcovado es una de las obligatorias en un viaje a Río de
Janeiro.
En la
cima del Corcovado se levanta la estatua del Cristo Redentor, verdadero símbolo
de la ciudad. Sin mencionar que, desde la cima, a 710 metros sobre el nivel del
mar, tendrás una de las más bellas
vistas de la ciudad.
En la
estación Cosme Velho hay tiendas para comprar recuerdos, un auditorio, y un
Espacio Cultural, en el que podemos conocer detalles de la historia tanto del
tren, como de la estatua del Cristo.
En el
año 2007 fue seleccionada como una de
las 7 Maravillas del Mundo Moderno. La figura del Cristo mide 26 metros, y se
apoya sobre un pedestal de 8 metros de altura, dentro del cual hay una capilla,
en la que se celebran desde misas hasta casamientos.
Para
llegar a la base del Cristo, desde la plataforma de llegada del tren se puede
subir mediante escaleras mecánicas y tres elevadores panorámicos, inaugurados
en el año 2002. A pie son 220 escalones.
La
estatua de Cristo Redentor es visible desde cualquier punto de la ciudad. El
nuevo sistema de iluminación, inaugurado en el año 2000, hace que la imagen
nocturna sea verdaderamente imponente.
Recomendación:
si quieres tomar fotos de la ciudad desde la cima del Corcovado (imaginamos que
sí), te aconsejamos que hagas esta visita por la mañana, ya que por la tarde
tendrás el sol de frente.
Horario
de Cristo Redentor: el Trem do Corcovado funciona todos los días entre las 8:00
y 19:00, con salidas cada 20/30 minutos.
Precio:
R$ 45,00 (incluye visita al Cristo Redentor y viaje de regreso). En coche,
hasta Paineiras: R$ 5,00 por pasajero + R$ 5,00 por el automóvil (desde allí se
debe tomar el tren o subir a pie los 2.5 kilómetros que separan del Cristo). En
van de Cooperativa Corcovado Car´s R$ 50,00 (incluye ida y vuelta y entrada al
Cristo Redentor).
Dirección: estación Trem do Corcovado: Rua Cosme Velho, 513.
Cómo llegar al Corcovado - Cristo Redentor: Para tomar el
Trem do Corcovado: Metro, estación Largo do Machado. Autobuses líneas 122 y
498, parada Iglesia Judas Tadeo.
A media
mañana, después de disfrutar la vista, sacar fotos y conocer la capilla
interior del Cristo, podemos bajar y acercarnos a la Floresta da Tijuca. Allí
visitaremos los sitios más interesantes, como la Cascatinha Taunay, alguna de
las grutas, y el Mirante do Excelsior, por ejemplo.
Saliendo
de la Floresta nos dirigimos al Jardín Botánico de Río, donde almorzaremos,
para luego recorrer los sectores más importantes, como el jardín Pedro
Gordilho, donde están los Palos de Brasil, árbol nacional, o el sector de las
Palmeras Imperiales. Si te gustan las flores, no dejes de pasar por el
orquidario.
Frente
al Jardín Botánico se encuentra Lagoa. Podemos alquilar un triciclo para
recorrer el parque que rodea la laguna, y luego tomarnos un merecido descanso
en alguno de los barcitos allí ubicados, disfrutando una cerveza helada, un
poco de música, y la vista de la ciudad al anochecer.
Secundo Día:
Es
imposible pensar en visitar Río de Janeiro y no pisar la playa, así que
aprovechamos la mañana de un día de sol para recorrer las más conocidas.
Comenzamos por Leblón, cruzamos el Jardim de Alah para llegar a Ipanema, nos
detenemos unos momentos en el Arpoador, para descansar y disfrutar la vista, y
luego continuamos hacia Copacabana. Ahí podemos almorzar y relajarnos en la
playa durante algunas horas.
Por la
noche, podemos tomar el autobús hasta Lapa, para cenar y disfrutar de la
animada vida nocturna de ese barrio.
Tercero Día:
Temprano
llegamos hasta Praia Vermelha, para tomar el Bondinho do Pão De Açúcar, que nos
llevará a la cima del cerro. La espectacular vista de 360º del Pan de Azúcar
nos permitirá tomar excelentes fotografías de la ciudad, las playas y el
Corcovado. Recuerda hacer este ascenso sólo si el día está despejado, de lo
contrario las nubes no te dejarán ver nada.
Bajando
del Pão De Açúcar, y si no hay partido de fútbol, podemos ir en autobús hasta
el Maracaná. En la visita guiada podremos subir a la torre de vidrio para ver
el campo, conocer el museo y los vestuarios, y recorrer la Calçada da Fama.
Hora de
almorzar. No estamos lejos de Santa Teresa, así que podemos llegar hasta allí
para comer en alguno de los restaurantes frente a la plaza Largo de Guimarães,
comprar recuerdos en las tiendas de artesanías, admirar los edificios
históricos del barrio y, si queda tiempo, llegar hasta el mirador del Parque
das Ruínas. Otra opción es ir hasta la Escalera Selarón, cerca de los Arcos de
Lapa.
Por la
Rua Riachuelo pasa el autobús 010, que nos dejará a menos de 100 metros de la
Confeitaria Colombo, para conocer este lugar histórico y probar alguna de los
deliciosos pasteles que preparan en este lugar.
Por la
noche, podemos cenar en algún “boteco”, y comer cualquiera de los platos y
postres típicos cariocas.
La Comida en El Rio de Janeiro
La comida
es, en Río de Janeiro, un tema aparte, y no poco importante. Su gastronomía es
muy rica en sabores, ya que, a las preparaciones típicas de los gauchos, se
suma la influencia de las gastronomías portuguesa y africana.
Algunos de los platos típicos cariocas:
Feijoada
(el plato nacional): base de frijoles negros, con carne de cerdo salada, rabo
de cerdo, carne seca, longaniza calabresa, longaniza portuguesa ahumada,
salchichón, col, arvejas, arroz blanco y farofa (harina de mandioca).
Churrasco:
la carne asada es uno de los platos tradicionales gauchos, especialmente el
corte llamado "picanha". Si bien originalmente se preparaba sólo con
carne de res, actualmente se asa todo tipo de carnes. Suele acompañarse con
frijoles, arroz, farofa o ensalada.
Platos
con pescado y frutos de mar: uno de los más difundidos es la sopa "leão
veloso", con trozos de pescado, cabezas de camarones, cebolla, mariscos y
langosta.
Muchos postres típicos se basan en el uso de
frutas, especialmente coco, dada la variedad y abundancia que hay en Brasil:
Quindim:
pastelito de coco rallado, yemas de huevo y azúcar.
Pé de moleque: postre tipo turrón con
mandioca, azúcar, leche de coco, huevos, manteca, castañas, canela.
Baba de
moça: postre líquido a base de yemas de huevo, leche de coco, azúcar a punto
caramelo y canela.
Ambrosía:
macedonia de frutas con trozos de melón y coco fresco rallado.
Las bebidas típicas también son deliciosas y
únicas:
Caipirinha:
sin duda, la más famosa bebida brasilera. Se prepara con cachaça, rodajas o
zumo de limón, azúcar y hielo.
Agua de
coco y refresco de guaraná: son las bebidas que suelen tomar los cariocas como
refresco, tanto en la calle como en las casas.
Zumo de Açaí: bebida refrescante.
Nenhum comentário:
Postar um comentário